Llevo el programa Strava encendido, pero esta vez no voy a picarme con los demás ciclistas de la zona que usan este programa, esta vez voy a tomarme mi tiempo, con calma, se que va a ser duro y quiero terminarla.
Salgo desde El Payo (SA), pueblo ubicado en la comarca del Rebollar, zona ideal para la práctica del deporte de la bicicleta en todas sus vertientes. Me dirijo hacia la provincia de Cáceres, a unos pocos kilómetros ya paso el límite de provincia y empiezo a bajar el Puerto de Perales, 7 km, según pasan los kilómetros empiezo a notar como poco a poco, aunque voy bajando el puerto, sube la temperatura (siempre hay como mínimo 5ºC de más de medio puerto hacia abajo), aunque la bajada invita a dejar de dar pedales y dejarse llevar, intento no parar de dar pedales para, aunque no es que estén muy calientes, intentar que no se relajen demasiado las piernas. Las vistas son maravillosas, aunque ya estoy acostumbrado a ellas, cada vez que subo o bajo el puerto, me vuelven a impresionar. Sin quererlo alcanzo los 71 km/h.
Vista panorámica del puerto de perales.
Se acaba la bajada y llego a un falso llano que me lleva al “Cruce de las Fatelas”, observo a mi izquierda como el viento del pasado invierno ha arrancado algunos pinos de raíz.
Llego al “Cruce de las Fatelas” y giro a la derecha, dirección Hoyos, una pequeña subida hace que entre en calor por completo, hasta llegar al cruce de Acebo y dirigirme hacia allí. Una vez en Acebo (Cáceres) cojo dirección hacia las piscinas naturales, para mi gusto las mejores de la zona. Empieza el primer puerto.
Puerto de Acebo.
El más suave de los cuatro puertos a los que me voy a enfrentar, 5,4 km, he de decir que todos tienen unas vistas espectaculares.
No me puedo desconcentrar, no puedo darlo todo en el primer puerto, aunque sea el más cómodo de subir, me lo tomo con calma, ya que aún me quedan otros tres y el siguiente, el de "Perales", es unos de los más exigentes por sus duros desniveles.
Poco a poco voy coronando el primer puerto, con relativa facilidad. Cuando menos me doy cuenta ya estoy de nuevo en el "Puerto de Perales", pero no quiero engañarme a mi mismo, y bajo de nuevo hasta el cruce de Gata, donde doy media vuelta para subir el segundo puerto.
Puerto de Perales.
Ya hablamos de cosas mayores, no se caracteriza por ser un puerto demasiado largo, 8,4km, si no como ya he dicho, por sus duros desniveles.
Poco a poco, voy ascendiendo y pronto llega el doble carril de circulación ascendente, señal de que la cosa se pone dura, es hora de meter plato chico y subir piñones, me guardo uno por si acaso, el cual no tardare mucho en usar.
Poco a poco noto como el sudor recorre mis espinillas y brazos, me bajo la cremallera del maillot, aun notando en mi cuerpo que, al contrario que en la bajada, ahora siento como la temperatura desciende levemente, haciendo mas llevadera la subida.
Llego al fin del doble carril, punto que me indica que el terreno se suaviza, pudiendo bajar algún piñón. Ya estoy en el mirador junto a la fuente, ya queda menos, a pocos metros se observa el limite de provincia, el fin del segundo puerto.
Paso otra vez por El Payo (Salamanca), para dirigirme hacia San Martín de Trevejo (Cáceres), y bajar el "Puesto de Santa Clara", puerto que después tendré que subir. Aprovecho y dejo caer mi mano en el bolsillo del maillot y cojo algo de comida, y así recargar energías.
Bordeo San Martín de Trevejo, dejándolo a mi derecha, dándome cuenta los afortunados que son quienes viven ahí, ya que el valle donde se sitúa es de una belleza inenarrable.
Tomo dirección Valverde del Fresno (Cáceres), para afrontar el tercer puerto, mi favorito. Es un puerto que engaña a los primerizos, por sus numerosas amplias curvas ciegas, que te hacen pensar que tras ella esta el final del tan duro puerto, lo que te hace jugar mas de una mala pasada y tener que enfrentarte con tu mente, para no rendirte y poder seguir dando pedales.
Puerto Viejo.
Junto con el "Puerto de Perales", es uno de los más duros de los cuatro, pero este se caracteriza por sus 12 km inacabables y por sus numerosas curvas.
El puerto empieza sin darse uno cuenta nada mas entrar en Valverde, con rectas largas y llevaderas, donde me encuentro a numerosos lugareños que pasean por la zona, con los que bromeo haciendo mas amena la escalada.
Empiezan a aparecer las curvas, al principio las llevo bien, pero una tras otra, y con la suma de kilómetros la mente empieza a jugar malas pasadas. Empiezo a pensar en que al coronar en vez de dar media vuelta y dirigirme al "Puerto de Santa Clara", el cuarto y ultimo puerto, atrochar y seguir de frente por Navasfrias, pero de repente veo un bidón en el arcén del carril contrario, de algún ciclista que lo perdió en la bajada, y fue cuando me dije: "¿Qué después de hacer todo esto vas a abandonar ahora y te vas a perder esta pedazo de bajada?". Entonces me puse de pie sobre la bici y "parriba".
Al rato llego al límite de provincia, y como ya he dicho, no podía dejar escapar algo que hacia mucho tiempo que tenía ganas de hacer. Solo me quedaba un puerto el de "Santa Clara", el siguiente más "fácil", después del de Acebo.
Los kilómetros ya pesan y me dejo caer por el "Puerto Viejo" como peso muerto, aprovechando para comer y recuperar fuerzas. Pronto llego a Valverde, volviendo a ver a algunos de los lugareños que me encontré paseando por el puerto, al vernos aparecen sonrisas en nuestros rostros, olvidando por un instante el gran cansancio que recorre todo mi cuerpo.
Dejo atrás Valverde del Fresno y me dirijo de nuevo a San Martín de Trevejo, nada mas pasar el cruce que te dirige a este pueblo, ruedas por una larga recta que poco se va convirtiendo en un falso llano, subiendo poco a poco su desnivel, acercándome al cuarto y ultimo puerto.
Puerto de Santa Clara.
El último puerto, mi reto esta a punto de ser cumplido solo faltan 8 km de puerto y después dejarse "caer" hasta llegar a El Payo.
Las piernas ya pesan bastante y poco a poco veo como se va apoderando de mi cuerpo el "tío del mazo", observo como hay flechas blancas pintadas en el suelo, posiblemente de alguna ruta de BTT organizada por el Club de Las Sálimas. Intento exprimir las ultimas gotas de mis bidones ya vacíos.
Los hitos kilométricos parece que desaparecen, cada vez tardo más en ver el siguiente kilómetro, hasta que a lo lejos perece que veo la silueta de un 7, si, es el kilómetro 7, ya solo queda 1 kilómetro, de repente un subidón brota en mi cuerpo, acelero mi cadencia y bajo algún piñón.
Llego al límite de provincia, objetivo cumplido, cuatro puertos coronados de una sola vez, solo me quedan 6 km para llegar a casa y descansar.
Un total de 123,4 km y 3.271 m de desnivel acumulado, una hazaña dura, pero gratificante.
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