Viernes 17 mayo, por fin llega una de las citas más importantes marcadas en el calendario, por delante más de cinco horas de trayecto en coche para ir desde Cáceres a Granada, parando en Mérida a recoger a mi pareja, Juanmi, y pasando por la tienda de Calamonte Bike, para recibir la bendición del capi del equipo, Dani, y dueño de la tienda.
Llegamos a Granada, exactamente al hotel Albero, el cual estaba a poco más de dos kilómetros, tanto de la recogida de dorsales como de la salida de la prueba. Aunque la organización tenía concertado un descuento en el hotel Alixares (lugar donde se recogían los dorsales y que estaba aún mas cerca de la salida), el hotel Albero fue el que encontré más cerca y de mejor precio, 122€ dos noches y habitación doble. Tras hacer el check in, vamos directos al hotel Alixares a recoger la bolsa corredor, con dorsal y detalles para los bikers, como maillot y calcetines conmemorativos de la prueba. También se nos entregó un dispositivo de geolocalización, con el que la organización puede saber en todo momento donde te encuentras, además de familiares y amigos que quieran seguir el transcurso de la prueba.
Sin tiempo para mucho más, regresamos al alojamiento, terminamos de preparar las bicicletas y ultimar detalles, cenamos y a dormir, pues mañana será un día largo y duro, y habrá que madrugar.
Sábado 18 de mayo, suenan los despertadores, son las 04:00 de la mañana, o de la noche, todo depende de como se mire. Toca hacer un buen desayuno pues la jornada será larga. Entorno a las 05:15 nos dirigimos a la salida a entregar la mochila para el guardarropa que se recoge en meta, y la bolsa de vida, que tendremos disponibles a mitad de carrera, tanto para coger como para dejar cosas en ella, ya que nos informaron que habría que dejarlas de 05:00 a 05:30. La verdad que creo que podía dar la posibilidad de entregar tanto la bolsa de vida como la del guardarropa el día antes, en la recogida de dorsales, primero por que te evitas estar esperando pasando frío desde que las entregas hasta que dan la salida a las seis, y segundo, porque en mi caso, fui cargado con la mochila de hidratación, la bolsa de vida y la mochila.
Culote corto, maillot corto, camiseta técnica de tirantes, manguitos y bolsa de plástico en el pecho (tipo la de coger la fruta en los supermercados) entre el maillot y camiseta, con esa vestimenta hice la primera mitad de la prueba, ya que me costó bastante entrar en calor, y no es porque pasará frío, pero había como mucho contraste térmico según que zona, si es verdad que según el momento me recogía los manquitos hacia la muñeca o me los volvía a estirar. Y al no llevar asistencia, no podíamos jugar con dejar o coger prendas de abrigo.
La salida, como siempre rápida, pero sin exceso, nada que ver a las salidas de los maratones. Nosotros a nuestro ritmo desde el principio, en post carrera, hablando sobre la prueba, los dos pensamos lo mismo al comienzo, dar un apretón y coger el grupo de cabeza que poco a poco se nos fue yendo, pero ninguno de los dos dimos el paso.
Aunque se sabía que la prueba era de seguimiento con track, he de decir que estaba señalizada, bien por flechas o con voluntarios, en casi todas la localidades por las que se pasaba, digo todas porque en el municipio de Quéntar no estaba señalizado, y hubo un momento de confusión a la hora de seguir el track. Y fue justo después de este municipio donde el grupo en el que rodábamos volvimos a confundirnos en una ascensión, tomando un cruce que no era, siendo alcanzados por otro grupo. Al ser tantos bikers rodando juntos creó un poco de nerviosismo al llegar a un tramo técnico que había en dicha subida, teniendo que poner pie a tierra. Se podría decir que una vez finalizada esta ascensión, sobre el kilómetro 20, no volvimos a ir en grupo, si adelantábamos a gente, nos adelantarán, coincidíamos con alguno en los avituallamientos, pero desde entonces rodamos solos hasta el final.
La organización “dividió” la prueba, o el perfil de ésta, en siete partes, tramos que separaban los distintos puntos de avituallamiento, proporcionando los kilómetros que había en los mismos y el desnivel que se ascendía, lo que te hacía saber lo que te ibas a encontrar en cada uno de ellos.
A ver, mi explicación y el por qué creo el tramo cuarto es al que hay que prestar más atención. Está claro que si te paras a observar el perfil de la prueba llama la atención el quinto tramo, y su gran subida, Puerto de Rágol, de 17,4 km y 1.1164m+, es una subida larga, muy larga, a la que llegamos con 160km en nuestras piernas. Subida de la que ya fuimos avisados con antelación por varios bikers durante la prueba, conocedores del terreno, y que pudimos sufrir en nuestras carnes, pues en ella nos dieron dos crisis, primero a Juanmi y después a mi, crisis que supimos solventar con sobresaliente, cuidando uno del otro. Y ahora bien, justo antes de esto, nos encontramos con el tramo cuarto, al que llegas, digamos “alegre”, después de un largo descenso y un buen avituallamiento en Ocaña, donde tenías la bolsa de vida, y volvías a cargar los bolsillos del maillot con tu comida, y por lo menos, en nuestro caso fue la parada más larga que hicimos, (definición de larga, jajaja, lo que se tarda en engullir comida del avituallamiento, en mi caso dos medios sándwiches de pavo y un trozo de plátano, mientras engrasas cadena, cambias bidones, rellenas camelbak y bolsillos con comida, pero todo a cámara rápida, o al menos así lo veía yo), tras este avituallamiento viene un tramo con dos subidas, una de ellas el puerto de Alboloduy de 6,7km y 433m de ascensión, subidas que creo que tuvimos que tomarnos con más tranquilidad, no es que aumentásemos el ritmo, pero creo que lo más aconsejable es haber bajado un punto, para llegar aún mejor al tan temido Rágol.
El Ragól se hizo bola, mirabas el garmin y los kilómetros no pasaban, apenas veíamos a nadie por delante ni por detrás, lo que no sabíamos es las dos crisis que nos estaban por venir, primero a Juanmi a mitad de puerto, y después a mi poco antes de coronar, en ningún momento nos dejamos solos y siempre miramos el uno por otro. He de decir que en este puerto nos adelantaron dos bikers, primero uno a un ritmo impresionante con dorsal de pareja, pero iba solo, al rato otro , también con dorsal de pareja, pero distinto al anterior, a estos dos bikers los volvimos a ver más adelante en el avituallamiento, esperando a sus parejas, bajo mi punto de vista eso no es correr en parejas, esta claro que cada uno usa su táctica, pero dejar solo a tu compañero no es la mía.
La prueba nos ofreció unas vistas espectaculares, desde Sierra Nevada hasta el Golfo de Almería, a la vez que se rodaba por diversos terrenos, pistas anchas, a ramblas (ríos secos, en los que el rodar se complica, tipo arena de playa pero mas grueso, del que nos alegramos bastante cuando salimos de el), asfalto (la verdad que se agradecía, solían ser tramos de unión), y bajadas interminables, como la ultima que nos llevaba a Almería, donde mas de uno se santiguo para no rajar el neumático, ya que tenia bastante piedra suelta.
La verdad que tuvimos bastante suerte, cero problemas mecánicos, solo un pequeño susto de un alambre que se me enredo en la transmisión cuando pasábamos por una de las ramblas. Eso si, en cada avituallamiento que parábamos lubricamos las cadenas, como no, con cera 3max, la mejor!!
Y para terminar, hablar de los avituallamientos, no completos, con cero quejas, diversidad de alimentos y bebida, y en todos con bastante cantidad de voluntarios.
Finalmente llegamos a meta, 13horas y 13minutos para completar la Mozárabe Bike Race. Nos llevamos la alegría de saber que hicimos pódium, segundos en parejas master 30, aunque finalmente por temas federativos, al ser Juanmi Elite y yo Master 30, los jueces nos cambiaron de categoría a Élite, pero aun así mantuvimos la plaza, 2º en parejas Elite. El pódium, pues de aquella manera, pues el primer autobús salía a las ocho de la tarde, y la tercera pareja no llegaba, por lo que nos dieron la facilidad de subirnos al podium nosotros solos y entregarnos los trofeos, así poder coger el transporte de las ocho, porque sino teníamos que esperarnos al de las doce. Decir que el objetivo de muchos participantes era acabar la prueba antes de las ocho, precisamente por ese motivo, por no tener que esperar hasta las doce de la noche.
Crítica constructiva:
Bolsa de vida y bolsa de guardarropa: de igual forma que se entregaron momentos previos a la salida, creo que también deberían dejar entregarse el día antes en la recogida de dorsal. Pues por ejemplo en mi caso, me toco ir desde el hotel a la salida, con la mochila de hidratación, bolsa de vida y bolsa de guardarropa.
A lo mejor se echa en falta alguna señalización en algún punto conflictivo, nos pasamos en varios cruces, donde por las rodadas que se veían en el suelo daban a entender que no fuimos los únicos en equivocarnos.
A destacar de la prueba:
Los paisajes, sobre todo una vez que se hizo de día y pudimos apreciar las espectaculares vistas de Sierra Nevada y su pico Veleta, la cual aún estaba cubierta por un fino manto de nieve. Los contrastes paisajísticos de ambas provincias, Granada con su pinares y su gran biodiversidad, y Almería un terreno más seco y sus características ramblas. Lo espectacular de empezar a casi 1000m de altura, y acabar viendo el mar en la última bajada.
Un trofeo para cada miembro de la pareja o equipo que hace pódium, es de agradecer, porque sabemos que en otras pruebas solo se entrega un trofeo por cajón, ya sea individual, pareja o equipos.
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